Ayer, durante unas horas, varias cuentas de Twitter verificadas comenzaron a compartir tweets en los que invitaban a sus seguidores a pagar para devolverles después el doble de dinero con unos tweets similares a «I am giving back to my community». Obviamente, se trataba de una estafa.
El problema era la magnitud y el calado que tienen esas cuentas en la sociedad, los nombres de la lista han ido desde empresas como Apple, pasando por políticos como Joe Biden -candidato a la Casablanca por el partido demócrata- y Obama, e incluso magnates como Jeff Bezos o Elon Musk.
Mientras se sigue investigando más sobre qué ocurrió y cómo los hackers consiguieron acceder a dichas cuentas, todo apunta a que los tweets se enviaron a través de una plataforma interna de administrador para empleados con la que cuenta la empresa.
En un principio, los ataques fueron vinculados a cuentas relacionadas con Bitcoin como @bitcoin, @ripple, @coinbase y muchas otras, aunque pronto comenzaron a llegar a muchas otras.
Los propietarios, que todavía tenían el control, pudieron eliminar los tweets enviados por los estafadores, aunque poco después, muchas de las cuentas verificadas no pudieron enviar nuevos tweets, como medida de seguridad de la red social.
Este tipo de estafas suele ser bastante frecuente pero no este modo de difusión, usando herramientas de Twitter para llevar a cabo el ataque.
De hecho, se podría haber hecho mucho más daño si las cuentas de Twitter que fueron pirateadas hubieran difundido mensajes relacionados con una guerra nuclear, escándalos o golpes de estado, ya que, tuvieron la posibilidad de escribir cualquier cosa en cuentas de semejante magnitud.
Menos mal que eso no ocurrió, porque podría haber desatado un problema global si personalidades de talla mundial hubieran escrito algo en relación con otros países e incluso crear conflictos diplomáticos.
Pongamos por ejemplo que en el perfil de Jeff Bezos, propietario de una de las empresas más poderosas del mundo, se hubiera escrito algún tweet que afectase a la cotización de Amazon, o que Elon Musk, que ya escribió tweets que afectaron la cotización de Tesla, hubiera escrito algo como que «Tesla nunca llegaría a ser rentable».
Las consecuencias hubieran sido fatales para muchos inversores y, por supuesto, habría cambiado la forma de concebir las redes sociales de ahora en adelante. Lo único que tenemos que tener claro es que nadie se salva de la posibilidad de ser pirateado.
Famosos de talla mundial como Obama, Biden, Musk, Mayweather, Kim Kardashian, Bill Gates e incluso el fallecido cantante XXXTentation publicaron estos tweets. Los piratas informáticos han recaudado más de 100.000 euros en criptomonedas en la dirección de la cartera principal de Bitcoin, que difundieron perfiles verificados con millones de seguidores.
Veremos en qué queda todo esto pero lo que está claro es que en Twitter deben estar preocupados por estos tweets que han puesto la seguridad de la plataforma en entredicho.
Fuente: TechCrunch