La intención de este artículo es haceros reflexionar de que, quizás, las cosas podrían no ser cómo siempre nos hemos imaginado. Me gustaría mostraros, sin tomar partido, una nueva perspectiva en la que nunca habéis reparado. ¿Y si vivimos en un mundo virtual?.
Seguro que muchos de vosotros, mis queridos lectores, han jugado alguna vez a GTA o un sandbox en el que se nos presenta en nuestra consola o PC (también sería válido los Macs), un mundo virtual dónde podremos movernos libremente, caminar, conducir vehículos, pilotar aviones, desplazarnos, realizar misiones o lo que se nos ocurra. Siendo así, no veréis descabellado que nosotros, con nuestra tecnología hemos logrado conseguir un mundo virtual con una física de las cosas muy similar a la de nuestro mundo.
Estadísticas:
Si hablamos de estadísticas, estaréis de acuerdo conmigo, debemos de partir de un premisa cierta: siempre tendría que existir un mundo real. Tomando como base este primigenio mundo real podrían crearse dentro de él diferentes mundos virtuales siendo posible, además, que dentro de estos mundos virtuales se crearan, a su vez, otros mundos virtuales y así, exponencialmente, hasta el infinito. Siendo esto así, matemáticamente hablando, habría un primer mundo real, eso resulta indiscutible y, probablemente, millones de mundos virtuales por lo que no sería una locura imaginar que, desde un punto de vista estadístico, habría más posibilidades de que vivamos en un mundo virtual antes que en un mundo real; probabilidad de una entre unos cientos de millones (una clase de suerte cósmica que nos tocara el real antes que el virtual).
Deseo ahora, si antes no os ha estallado la cabeza, que os paréis a pensar en un razonamiento que os paso a exponer: si pudiéramos preguntarle a un personaje que vive en un mundo virtual de si ese mundo al que conoce (no conoce otro) es virtual o real, ¿que creéis que contestaría?. Probablemente lo mismo que todos y cada uno de nosotros, que vive en un mundo real. Y seguiría insistiendo en la estupidez de la pregunta.
Siguiendo con el razonamiento e intentando darle una nueva vuelta de tuerca, resulta cuanto menos inquietante que nuestro mundo esté guiado por unas leyes de la física y de la matemática inquebrantables: ¿no os parece que esto mismo podría decirse de nuestro juego favorito?.
Otra idea que me perturba es que nuestra existencia, y la de nuestros ancestros, se han visto guiadas por una serie de circunstancias, hayamos nacido en un lugar del planeta u otro, siempre son las mismas o similares: llámese el dinero o trueque, la religión, la idea de la muerte, todo cuadra como si fuera el guión macabro de otro de nuestros juegos favoritos.
Bugs:
Partamos de la base (sólo nos servirá para explicar nuestra argumentación) de que efectivamente vivimos en un mundo virtual y siendo ello así, ha sido creado ya sea por una mente inteligente o por inteligencia artificial y, como todo programa de ordenador, puede tener fallos, los llamados bugs. Pienso que serían unos buenos bugs en este mundo virtual inventado la existencia de fantasmas, las psicofonías, los fenómenos extraños que no pueden explicarse mediante la ciencia, el experimento del «Gato de Schrödinger» comprobado en la actualidad por un equipo de físicos del SLAC National Accelerator Laboratory de la Universidad de Stanford, la sensación de que el tiempo va más deprisa o más despacio dependiendo de nuestro estado de ánimo y así un largo etcétera.
Material en el que me he basado:
Para la realización de este artículo me he basado en estos fascinantes enlaces y en un video de youtube de Óliver Nabani. Por si os interesa, son éstos:
- http://elevr.com/are-we-living-in-a-virtual-reality/
- http://cienciaoficcion.com/vivimos-en-una-realidad-virtual/
- https://youtu.be/eAhVI0Ykt5A
Conclusión final:
Si habéis llegado hasta aquí coincidiréis conmigo que todo de lo que hablo en este post da que pensar, ¿no es cierto?. Comenten lo que os ha parecido, vuestras opiniones al respecto, inquietudes, reparos o lo que os parezca, el debate, auguro en este caso, será fascinante y enriquecedor para todos.