Hemos podido hacer el análisis del nuevo LG Wing, un smartphone que podría pasar desapercibido como otra apuesta arriesgada de la compañía, pero que es un móvil muy bien resuelto y que presenta un concepto que podría estandarizarse en el futuro.
Diseño atractivo y rompedor
Las primeras sensaciones nada más abrir la caja y coger el LG Wing es que es un terminal con un grosor excesivo si lo comparamos con smartphones similares a los que hemos hecho un análisis. Ahora bien, una cuestión que tenemos que plantearnos es que este smartphone no tiene rivales en cuanto a concepto, es decir, ningún smartphone actual tiene este diseño, por lo que tampoco sabemos como otras marcas podrían haber resuelto el terminal sin penalizar demasiado el grosor.
De todas formas es un terminal muy robusto y que se siente premium. Es algo que nos faltaba con el S20 FE que probamos hace un mes y que en tema materiales era bueno pero no premium. Este está en la línea de su precio y como apunte negativo solo podríamos hablar del corte de la cámara frontal, que es en formato pop-up y que está ligeramente hundido respecto al resto del terminal. No es nada importante y con la funda ni te enteras, pero si hilamos fino encontramos ese pequeño detalle.

El diseño de la parte trasera es de terminal de gama alta, sin dudas. El acabado en efecto espejo es el mejor que he visto en persona, el tacto es muy bueno y el diseño de los bordes, la disposición de los botones y el remate de todas las piezas es preciso y excelente. No se puede reprochar nada en este aspecto.
El formato de doble pantalla es bastante interesante y se nota robusto. De alguna manera me recuerda al teclado de un Nokia N97 o a los móviles GSM con teclado deslizable. Se trata de un buen sistema, no hay elementos a la vista, está todo muy bien resuelto y los movimientos para deslizar están bien conseguidos. Se podría mejorar en el futuro con un movimiento 360 grados, ya que ahora solo se puede deslizar en una dirección, pero tampoco es nada grave, la realidad es que no esperábamos un mecanismo tan bien hecho en la primera generación de este dispositivo.
Como punto extraño, aunque comprensible en el caso de este tipo de smartphone es que el auricular para llamadas está en el propio terminal y no en la pantalla. Es decir, al girar la pantalla, el hueco del altavoz sigue estando, pero durante el análisis pudimos observar como se trata de una rejilla que esconde debajo, en el cuerpo del LG Wing , el altavoz verdadero. Es un detalle curioso, pero la realidad es que ningún fabricante coloca el altavoz dentro de la pantalla, aunque en este que la pantalla se gira, se puede observar un poco mejor como funciona este aspecto.

Me gustaría hacer especial mención a la funda ya que al ser un smartphone que se abre, no puede tener una funda rígida, que proteja los bordes del smartphone y debe incorporar una especie de carcasa trasera que va pegada al propio smartphone. No he tenido problemas y se puede pegar y despegar sin problemas, sin residuos aunque con algo de esfuerzo debido a que tiene un buen adhesivo para que no se despegue con un golpe. Creo que es algo a mejorar en una futura versión, con una solución que permita abrir el dispositivo y cubrir la mayor parte del dispositivo.
Panel Oled increíble
La pantalla es un panel Oled que rinde de forma excelente. Muchas veces depende del uso y de los gustos del usuario para preferir una tecnología de panel u otra. En este caso se ve muy bien todo, desde un juego hasta una película. Cuenta con unos ángulos de visión excelentes, un recorrido de brillo espectacular, ya que no molesta por la noche pero tampoco falta con incidencia directa del sol. El tacto de la pantalla es bueno aunque hemos probado de mejores. Para ser sinceros, si vas a utilizar el LG Wing con un protector de pantalla, el tacto acaba por ser un tanto irrelevante, aunque era un punto a comentar en el análisis.

En cuanto a la pantalla secundaria, tiene unos niveles de brillo similares a la principal y los ángulos de visión son menores como consecuencia de ser un panel plano y no curvado. No es una pantalla para ver un vídeo o una película, sino que es una pantalla secundaria en la que, como mucho, verás alguna imagen estática, por lo que tiene una gran calidad para las funciones que puede tener.
El audio cumple pero no destaca
El sistema de audio funciona con un único altavoz y el terminal carece de Jack de 3.5mm. Ahora bien, sobre no tener un doble altavoz, el sonido es bastante bueno, como siempre no cabe esperar un audio de una calidad similar a la de un buen altavoz, pero para momentos puntuales y para ver una película es mucho más que suficiente. En cuanto a la falta de Jack, incluye un adaptador para poner conectar los auriculares mediante USB-C, se agradece el detalle en un tiempo en el que a las marcas parece que les cueste incluir accesorios.
Me gustaría en este apartado hacer un pequeño apunte: la mayoría de los usuarios consumen el contenido audiovisual por auriculares y el contenido que se consume en los smartphones no precisan, normalmente, de un sistema de audio de mucha calidad. El altavoz es muy bueno, pero no llega a niveles sorprendentes, simplemente está bien, en sintonía con lo probado anteriormente. Por tanto, si no eres un usuario que tenga como prioridad número uno el mejor altavoz del mercado, este no debería ser un aspecto para no comprar este terminal.
Rendimiento excelente en cualquier tarea
El rendimiento es el esperado, el propio de un terminal de estas características. Ha rendido todos los juegos exigentes en la máxima configuración posible durante mucho tiempo seguido y sin sobrecalentarse. No se puede reprochar nada, el rendimiento ha sido fabuloso, sin cierres, sin lags y sin cortes, siempre con un nivel de brillo alto y con la configuración ultra. Además, LG en los videojuegos te permite modificar diferentes aspectos de los videojuegos desde la segunda pantalla, nosotros hemos configurado todos los juegos con los parámetros más exigentes.
En la actualidad, donde las diferencias entre procesadores ya no son tan altas como hace unos años y las aplicaciones tratan de estar optimizadas para la mayor parte de dispositivos, si un smartphone de gama media-alta no puede aguantar estos niveles de rendimiento, es porque tiene algún tipo de problema, no porque no llegue por temas de procesador o de memoria RAM.

También creo que muchas veces es más determinante la sensación de buen rendimiento que el propio funcionamiento del smartphone. Es decir, un panel con la tecnología que te gusta, con buena interpretación del color y con una tasa de refresco alta, te va a dar una mayor sensación de rendimiento que un terminal con un mejor hardware pero con una pantalla muy inferior. Este LG Wing está equilibrado en este aspecto y el resultado durante el análisis ha sido muy bueno.
Ahora bien, el procesador es un Qualcomm Snapdragon 765 5G, un buen procesador, pero inferior a algunos rivales en cuanto a precio. Es algo normal, pues incluir una doble pantalla y diseñar una nueva tecnología requiere aumentar el dispositivo del precio y para que no sea desorbitado se ha recortado en este aspecto. Es un gran procesador, rinde muy bien, pero cabe tener en cuenta que es el mismo que el de un Oneplus Nord (399€), por lo que aunque el rendimiento sea excelente, está por debajo de su gama de precio.
Mejor autonomía de la esperada
La batería es un escándalo si tenemos en cuenta que alimenta una pantalla de 6’8 pulgadas y una pantalla secundaria que tampoco es nada pequeña. Son 4.000 mAh y el resultado es muy positivo: el teléfono nos llegó con un 97 por ciento de carga, lo configuramos, hicimos pruebas de cámara, rendimiento, utilizamos la segunda pantalla en un gran número de ocasiones, y acabamos con un tres por ciento de batería y cuatro horas y media de pantalla.
El resultado puede parecer un poco justo para acabar el día, y en efecto cuatro horas y media de pantalla es un resultado que supera una gran cantidad de smartphones. Ahora bien, fue con un rendimiento máximo, sin ahorro de energía, con la mayor exigencia en juegos y con la segunda pantalla encendida una gran parte del tiempo. Con un uso normal, con el modo ahorro de energía y con niveles de brillo, audio y configuraciones altas pero no extremas, la batería no se le puede quedar corta a ningún usuario.

En términos de carga, trae cargador, con adaptador y cable y tarda cerca de hora y media en cargar el terminal al máximo. No es un resultado sorprendente, pero es una buena carga. Puedes cargar el LG Wing en un cuarto de hora y tener batería suficiente para 3 o 4 horas de uso medio, por lo que el análisis en global del apartado de la batería no sorprende si consideramos que es un smartphone normal, pero si pensamos en que tiene dos pantallas y la principal es de casi siete pulgadas, el resultado es muy bueno.
Una de las mejores cámaras
Si por algo compraría este smartphone sería por la cámara. LG siempre ha sacado, a mi parecer, smartphones con una calidad fotográfica bastante buena dentro de su gama de precio. La fotografía también fue uno de los enfoques de la marca cuando sacó los módulos para el G5, aunque el resultado fue el que fue, el de una apuesta arriesgada que no salió bien.
Es la mejor cámara frontal que he probado en un Android, igual no la mejor por calidad o por detalle de la imagen pero sí la que mejor ha funcionado en cualquier situación. Puede ser que un aficionado a la fotografía busque el móvil con mejor cámara y se base en los detalles o la calidad pura más allá de la funcionalidad. Pero el usuario promedio busca sacar la cámara, darle al botón y que siempre de un resultado muy bueno. No he podido hacer ninguna foto que haya tenido que eliminar, sin deslumbramientos, sin demasiado ruido en las situaciones más difíciles. En definitiva, diría que la frontal es una todoterreno que permite hacerte fotos sea cual sea la situación.

En la cámara trasera encuentro más de lo mismo. No está al nivel más premium pero los detalles son muy buenos, el vídeo es excelente, los modos de cámara rápida y lenta son precisos, completos y la calidad no disminuye en exceso y el modo gimball pierde calidad pero sin exceso, el resultado es correcto. Este último modo me ha sorprendido, pues el resultado no dista mucho de mi gimball e incluso para ciertos movimientos me ha gustado más, eso sí, con el gimball físico mantienes la calidad del móvil, mientras que con este pierdes algo de calidad.

Android bastante puro
En términos de software es un smartphone muy sencillo, sin grandes retoques por parte de la compañía. Diría que se trata de un Android bastante puro, con cuestiones añadidas como consecuencia de la doble pantalla, con una aplicación de cámara sustancialmente mejor que la de un smartphone con Android puro, por ejemplo. La interfaz funciona bien, no hay software intrusivo, es bastante limpia e intuitiva.
En líneas generales, no se pueden poner puntos positivos o negativos al software más allá de los que se comentan en los apartados de cámara y el apartado dedicado a la cuestión de la doble pantalla. Habría que pulir algunos detalles pero nada importante. En definitiva, el LG Wing ha demostrado durante el análisis que no va a dejar a nadie descontento en este aspecto.
Se echa en falta el reconocimiento facial
El sistema de seguridad es el justo y necesario, sin experimentos. Incluye un sensor de huellas en pantalla que es bastante preciso y rápido, aunque la animación lo hace un poco más lento de lo que es. No me ha dado fallos y se encuentra bastante rápido, no hay toques falsos o algo similar. El sistema alternativo es contraseña, patrón o pin, lo habitual en cualquier smartphone.

Ahora bien, carece de reconocimiento facial, algo que es comprensible si tenemos en cuenta que la cámara está escondida y que tendría que salir cada vez, por lo que dejaría de ser un sistema de seguridad rápido. Tampoco se puede concebir una cámara integrada en la pantalla puesto que la pantalla se gira y es mejor tener el grueso del smartphone en el cuerpo principal y que la pantalla contenga los elementos imprescindibles, es decir, los sensores y el propio panel. No es un punto negativo, el sensor de huellas es muy bueno, aunque alguien que venga de un smartphone con reconocimiento facial lo va a echar en falta los primeros días.
Resistencia al agua
Un detalle curioso es que la resistencia al agua y al polvo es IP54, que es tener algo de protección pero la justa para sacar corriendo el móvil de la mesa y secarlo. La resistencia al polvo de grado cinco indica que el polvo puede entrar pero no en grandes cantidades y que no va a afectar al smartphone, mientras que la resistencia al agua de grado cuatro indica que protege el móvil frente un chorro de agua, frente un vaso que cae, pero que no debe sumergirse y el tiempo de resistencia no es superior a los cinco minutos. Otro detalle a pulir en versiones siguientes con un mayor perfeccionamiento del sistema de la segunda pantalla.
¿La doble pantalla es un sistema útil?
Bajo mi punto de vista, la mayoría de las tecnologías que salen en los smartphones son útiles, pero muchas veces el precio de accesorios o la dificultad de adaptación juegan en contra de esta tecnología y deja de ser rentable para la marca. En efecto, LG lo vio en el G5 y en otros dispositivos donde añadir elementos o tener funciones alternativas suponía una gran dificultad económica y de adaptación para el usuario medio.
Creo que esta nueva tecnología que incorpora el LG Wing es útil y fácil de comprender para el usuario, como nos ha pasado durante el análisis. No necesita de accesorios, por lo que al pagar al smartphone estás pagando todas las funciones. Además, como comenté en el apartado de pantalla, es un sistema muy sencillo y robusto, no es tan frágil como añadir elementos a partir de pines o conectores que quedan a la vista y se pueden rallar o llenar de polvo.

Ya como experiencia propia, venía de un iPhone SE 2020, del cual podéis ver el análisis en esta web, y la adaptación a una segunda pantalla ha sido casi inmediata. Recuerdo que la misma tarde que lo recibí ya no pensaba en que tenía que girar la pantalla para realizar una función u otra, sino que lo hacía de forma casi automática. Resulta muy útil para tomar apuntes de un vídeo de Youtube o para tener todo el documento en la pantalla principal y un teclado en la pantalla secundaria. También me pareció una buena idea poder ver un streaming y tener una segunda pantalla para comentar lo que sucede en Twitter, por ejemplo.
Como punto en contra solo encuentro el hecho de que hayan aplicaciones que todavía no se han optimizado para este smartphone. Me parece bastante curioso como una aplicación de personalización de la propia LG no se pasa a modo horizontal al girar la pantalla, ya que la compañía debería haber optimizado todas sus aplicaciones antes de la salida al mercado. Aún así se trata de casos aislados y lo normal es no tener problemas al girar la pantalla.

Un punto que no calificaría como negativo pero sí como mejorable es que el lector de huellas está en la pantalla principal, entonces si quiero desbloquear el terminal con la pantalla girada, o bien tengo que inclinar la mano y buscar el sensor, o bien tengo que poner el pin de forma manual en la pantalla secundaria. Es poco común querer desbloquear el terminal con la pantalla girada, pero podrían haber resuelto este aspecto de una forma un poco mejor.
Sinceramente, creo que es un sistema muy bueno, que será mejor en versiones siguientes, pero que durante el análisis hemos disfrutado desde el instante en el hemos empezado a utilizar el LG Wing. Es probable que las desarrolladoras de aplicaciones incluyan funciones para la segunda pantalla si la tecnología se democratiza, por lo que ya no se trataría de tener un teclado o un menú de opciones propio de la compañía, sino también otras funciones para una mayor inmersión en la aplicación.
Conclusiones: un smartphone premium no apto para todo el mundo
No es un móvil para cualquiera y se trata de un concepto bastante novedoso que puede echar para atrás a ciertos nichos de mercado. Aquí depende mucho el precio, por 1.099 euros que cuesta en la tienda oficial seguramente no lo compraría, hay terminales mejores, pero por los 800 euros que suele costar en algunas tiendas como Amazon, no me parecería una mala compra.
El procesador es muy bueno pero no pertenece a la gama de más de mil euros, de echo no pertenece a la gama de los 800 euros, pero si pensamos que tenemos una gran cámara, dos pantallas y que es un terminal con un gran rendimiento, podría obviar el tema del procesador y pensar que es una gran compra.
Sin duda que es un smartphone un tanto extraño pero con rarezas muy útiles y a las que te adaptas con gran facilidad. Se ve muy robusto, transmite mucha robustez y tranquilidad, el hecho de tener una segunda pantalla se llega a echar de menos al volver al smartphone anterior y la conectividad es toda la que necesitas.
Le echo en falta un mejor diseño del tema de la funda, más aplicaciones diseñadas para ambas pantallas y resistencia al agua, pero son detalles que en el análisis de una primera versión de un producto se tienen que ver como obvios y estoy seguro que la compañía ya trabaja en mejorar estos detalles en el LG Wing.
Si tu presupuesto es este, quieres probar el concepto, crees que te va a ser útil una segunda pantalla y quieres un smartphone de gama alta equilibrado, este LG Wing es una gran opción.