Los tiempos avanzan pero Apple cada vez te hace más difícil comprar sus dispositivos.
Siempre lo he dicho y reconocido: Soy un chico Mac.
¿Qué significa eso?
Que soy incapaz de trabajar correctamente con Windows. Es una de mis debilidades, pero me parece que Windows convierte mi vida en tediosa y desesperante desde tiempos inmemorables.
Microsoft ha realizado grandes esfuerzos para que se cambiase la visión sobre su sistema operativo y en cierto modo lo ha conseguido pero no del todo. Y eso que no han conseguido o que están por conseguir es el motivo por el que uso Mac.
¿Por qué uso Mac?
Sin duda, la experiencia que me da Apple es increible, desde el soporte técnico hasta el sencillo funcionamiento del sistema operativo.
Uso Mac porqué una vez lo pruebas, no quieres volver atras. Sus apps son cómodas y sus funcionalidades tambien. Con MacOS es como que todo fluye sin que te des cuenta, que hagas lo que hagas, al final acabas en el lugar donde quieres acabar.
Además, el malware, gracias a Dios, no está tan estandarizado como en Windows, lo que hace que me quede.
Como pequeño dato, a mi hermano, le entro el virus de la policía el primer día de uso de una Surface que se compro.
Lo que odio de Mac
Odio la gran cantidad de modelos y versiones disponibles en cada producto. Me parece que hay muchas más de las que debería. Sin irnos muy lejos en el iPhone 7 tenemos 4 colores, combinados con 3 almacenamientos. Pero no es solo eso, para coger el terminal más bonito tendremos que coger 128GB en vez de 32 por 100€ más. Para Apple es un juego para vender más, pero acaba por frustrar al usuario.
Mi frustración personal
Mi caso no es sobre un iPhone 7, sino sobre un Mac. Lo mismo ocurre. Quieres TouchBar 300€ más, quieres 16GB de RAM, desembolsa otros 200€. ¿Que será lo siguiente? Por 30€ más, un lote de productos cosméticos. Nos toman el pelo, y no nos queda más remedio que pasar por el aro.
A Apple le da igual pero como he dicho antes, frustra al consumidor y esto, tal vez con los años, le pueda pasar factura como a nosotros nos pasa ahora.