Cuando nos fijamos en las gamas de smartphones siempre nos fijamos en el smartphone más potente: iPhone 11 Pro, Huawei P40 Pro+ o Samsung Galaxy S20 Ultra. Pero lo que no tenemos en cuenta es que al final los smartphones que más se venden son los iPhone 11 o el Galaxy S20, del que vamos a mencionar las cosas que más nos han gustado y las que no.
La pantalla: es Samsung
Samsung es uno de los principales fabricantes de paneles para smartphone del mundo junto a BOE y LG; y el referente el paneles OLED. De hecho, desde el iPhone X, todos los paneles OLED que usa Apple en su iPhone son de Samsung.

Es por esto por lo que tendréis claro que la pantalla del S20 es de diez. Cuenta con una perforación en el centro de la parte superior dónde se encuentra la cámara frontal, que tiene bastante detalle y rango dinámico sorprendente.
Por otro lado es interesante las opciones que tiene para personalizar los tonos de la pantalla dependiendo de nuestros gustos y de la representación de color más natural o viva que quieras tener en tu teléfono móvil.
Es compacto: su gran diferencial
Pocos móviles son compactos hoy en día, ni siquiera puedo decir que este lo sea pero desde luego, si lo comparamos con el resto de terminales del mercado sería la opción más similar al iPhone 11 Pro que encontramos en este rango de precios en Android.

No cabe duda de que esta es una gran noticia. Los móviles, con la reducción de los marcos, tienen cuerpos cada vez mucho más grandes, no obstante Samsung ha hecho un móvil cercano a lo que yo entiendo comodidad: una estupenda pantalla con un tamaño sostenido.
La sensación que nos ofrece es muy buena y lo podemos guardar en el bolsillo sin problema y sin que nos pese demasiado. Personalmente, cuando lo he cogido me ha parecido que tenía un tamaño ideal para un móvil hoy en día, aunque el mercado tienda a ir a un mayor tamaño.
Gama alta: muy buen audio
No llega a superar al iPhone 11 Pro en este aspecto pero sí al P40 Pro de Huawei. El sonido que emite es bueno y digno de la gama alta. De hecho, sorprende mucho que los altavoces– tanto en la parte inferior como en el marco superior– son sustancialmente más pequeños que los del iPhone y la potencia es muy similar, si bien el iPhone muestra mejor los matices.
En cualquier caso, el sonido es limpio y solo distorsiona mínimamente cuando lo tenemos a máxima potencia. Si tienes muy en cuenta este factor y quieres un Android, seguramente la gama S20 es lo que estás buscando.
120 Hz: no querer volver a otra cosa
No lo notas hasta que lo activas, entonces piensas: ¿cómo he podido vivir engañado tanto tiempo? Las pantallas de 120 Hz son una de esas innovaciones que dan un paso agigantado pero que pasan totalmente desapercibidas para el común de los mortales.

Obviamente no vas a basar tu decisión de compra en la frecuencia de la pantalla pero es un punto a tener en cuenta, sobretodo si el teléfono con el que comparemos el Galaxy S20 no lo ofrece. La mejora de fluidez se nota sustancialmente cuando navegamos por nuestra bandeja de entrada, una newsletter, una conversación y sobre todo, una página web.
Navegar por internet con un terminal con esta frecuencia es una verdadera maravilla y a pesar de lo que puedan decir muchos, el cambio es cuanto menos notable. Otra cosa es que sea necesario para nosotros. Llevo años haciendo uso de pantallas de 60Hz y todavía no me ha pasado nada.
Diseño que no es de gama alta
Este apartado seguramente sea el que más me cueste trasmitir y no deja de ser una percepción personal. No obstante, cuando lo comparamos con otros dispositivos de la competencia, los materiales y los acabados hacen que no parezca que valga lo que cuesta.

De hecho, me recuerda a terminales que he probado antes de gama media y que lejos están de lo que ofrecen hoy en día otras empresas en esa gama de precios. Creo que un peso inferior, en vez de generar una impresión positiva, genere todo lo contrario y podamos llegar a pensar que el teléfono no es robusto.
La trasera es de cristal espejo que tiene un problema claro, que las huellas se quedan marcadas. Tal vez influya el hecho de que soy una persona a la que le sudan las manos pero creo que a cualquier otro tipo de usuario –aunque en menor medida– le seguirá pasando.
En batería no son todo rosas en el Galaxy S20
Estamos delante de un gama alta y lo cierto es que me aventuraría a decir que puede que en el futuro, teniendo alternativas de batería como la del iPhone 11 en esta gama de precios, la autonomía se quede bastante corta por la degradación que pueda tener con el paso del tiempo.

Esto lo comento porque con un uso intenso de videojuegos (el caso de la imagen) y sin conexión a la red, la pantalla me ha rondado apenas dos horas, lo que puede suponer una batería decente hoy pero un problema tras un uso de uno o dos años. Si a esto le sumamos que la carga rápida degrada más rápido la batería, me preocupa la situación para un usuario que quiera mantener este teléfono por un tiempo.
En cualquier caso, la experiencia en Samsung sigue mejorando año tras año y este Samsung Galaxy S20 es clara prueba de ello. Tamaño compacto, una interfaz súper personalizable y una pantalla de otro mundo hacen gala en un smartphone que quiere ser el más básico dentro de lo más potente.
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