La innovación tecnológica en el continente europeo es un enfoque cada vez más destacado por los gobiernos en sus rutas de desarrollo a largo plazo. De hecho, hace poco Macron presentó su visión de una soberanía digital europea. Sin embargo, un eurodiputado acaba de revelar lo que al parecer es un impulso secreto de Europa hacia la tecnología biométrica que desdibuja las fronteras de la ética.
La tecnología biométrica a distancia podría ser el nuevo enfoque de vigilancia en Europa
Desde julio de 2019, una sorprendente denuncia gestionada por el diputado alemán, Patrick Breyer, contra la comisión europea llegó a los tribunales. Breyer anunció lo que al parecer sería una financiación secreta del Parlamento europeo hacia una tecnología biométrica capaz de detectar a distancia si una persona miente o no, a través de sus microexpresiones.
El eurodiputado alemán confirmó que la Unión Europea está desarrollando la tecnología de lectura a través del proyecto iBorderCtrl, cuyo objetivo es emplear dicha tecnología para la vigilancia de las fronteras europeas. Sin embargo, Breyer destaca que las implicaciones éticas y de privacidad de este programa son inmensas, lo describe como «un engaño de seguridad pseudocientífica».
La situación se volvió más alarmante para el diputado alemán cuando realizó una solicitud a la Unión Europea de los detalles éticos del proyecto y estos decidieron no concederla y argumentaron que así protegían los secretos comerciales del continente. “La Unión Europea está financiando tecnología ilegal que viola los derechos fundamentales y no es ética”, confirmó Breyer.
Hasta el momento, el programa europeo Horizon 2020 ha invertido 4.5 millones de euros en el sistema de detección de mentiras de iBorderCtrl desde 2016. De acuerdo con los funcionarios del parlamento, esta tecnología biométrica es crucial para hacer frente a la delincuencia y el terrorismo en Europa.
Sistema de seguridad europeo desdibujaría los límites de la ética
A pesar de todos los beneficios que este tipo de tecnología puede traer, varios analistas en ética aún se mantienen inquietos con respecto a los verdaderos objetivos de este sistema. Una de las principales preocupaciones es que al parecer el escrutinio y la crítica se están dejando de lado aún cuando existen claras consecuencias en la privacidad y las libertades civiles.
“Algunos temas animan a los socios a desarrollar tecnología biométrica que pueda funcionar desde lejos, por lo que el consentimiento no es posible; esto es lo que me preocupa. Si estamos hablando de desarrollar tecnología que la gente no sabe que se está utilizando. ¿Cómo puede ser eso ético?».
Gemma Galdon Clavell, Especialista en ética tecnológica independiente.
La denuncia de Beyer acerca de la transparencia de la tecnología biométrica en Europa se espera que llegue a los tribunales a mediados de 2021. Esta situación podría traer grandes implicaciones en la inversión anual en el desarrollo de este tipo de tecnologías.
Vía The Guardian