Después de la decisión por parte de la Comisión Europea de multar a Google por abusar de sus sistema operativo, la compañía californiana ha decidido cambiar su política en Europa. Desde finales de este mes, los fabricantes de dispositivos Android se verán obligados a pagar a Google si quieren disfrutar de sus aplicaciones, como pueden ser la Play Store y su buscador.
Los fabricantes no estarán obligados a pagar a Google
Hasta ahora, todos los fabricantes de dispositivos que utilizasen el conocido sistema operativo Android estaban obligados a utilizar la app store de Google, conocida como Play Store. Esta es una de las aplicaciones que Google obligaba a instalar de fábrica en los dispositivos, pero el dominio de la marca en este aspecto ha terminado.
Hace un par de meses, la Unión Europea impuso la mayor multa de la historia a la conocida empresa californiana por monopolio con su sistema operativo. Por ello, Google ha decidido dejar de exigir a los fabricantes la instalación de sus aplicaciones, que se podrán seguir instalando previo pago por parte de los fabricantes.
Aunque es cierto que la gran mayoría de aplicaciones que la compañía obliga a instalar en los terminales con Android no son usadas, hay otras como es el caso del buscador de Google o la Play Store que hasta ahora eran de vital importancia. Pues bien, los fabricantes ahora podrán elegir si quieren prescindir de estas aplicaciones.
Esto se resume en dos conceptos fundamentales. El primero de ellos es que los fabricantes que comercialicen sus dispositivos en Europa tendrán que pagar a Google por la Play Store o por su buscador, lo que aumentará el precio final de estos terminales. El segundo es que a partir de finales de mes, los fabricantes podrán personalizar sus sistemas.
Android seguirá siendo la base, pero admitirá más modificaciones
Hasta ahora, los principales fabricantes como es el caso de Samsung o Sony, habían utilizado el sistema operativo de Google añadiendo una capa de personalización. Pero esta capa tenía ciertas restricciones, ya que marcas como Samsung no podían sustituir la tienda de aplicaciones de Google por su propia tienda.
Desde el día 29 de Octubre los fabricantes de teléfonos, tablets o demás dispositivos que cuenten con Android tendrán que pagar a Google por sus aplicaciones. Si quieren evitar el pago de esta tasa, tendrán la opción de crear versiones modificadas del conocido sistema operativo que cuenten con aplicaciones propias.
Esto abre un nuevo abanico de posibilidades a los principales fabricantes, ya que podría darse el caso de que por ejemplo, el próximo teléfono que presente Samsung cuente con una tienda de aplicaciones propia de la marca surcoreana y con software preinstalado de marcas como Microsoft.
Es una pena que al final Google se haya visto obligada a dar vía libre a la hora de instalar su sistema operativo por culpa de una multa de la Unión Europea, ya que una de las luchas de la comunidad Android era el fin de las aplicaciones obligatorias de Google. Aunque de momento, no hay nada definitivo ya que Google recurrió la decisión de la Comisión Europea.