La Unión Europea prohibió el uso de la Inteligencia Artificial (IA) en la vigilancia masiva y las puntuaciones de crédito social y ahora la Comisión Europea (CE) ha presentado un amplio marco regulatorio que, si se acepta y adopta, podría tener implicaciones importantes para el futuro.
Se trata de nuevas leyes de la Inteligencia Artificial que busca orientar el crecimiento y la evolución de esta tecnología emergente; básicamente con este reglamento, la Comisión establecerá un nivel básico de confianza pública en la tecnología basado en protecciones de privacidad de datos y usuarios, así como contra su posible uso indebido.
En estas nuevas leyes, se dictan medidas que dividirían los esfuerzos de desarrollo de la IA en un sistema de cuatro niveles, empezando por el riesgo mínimo, riesgo limitado, alto riesgo y prohibido por completo, en función de sus posibles daños al bien público. Esta no es la primera vez que la CE busca implementar la IA en la vida cotidiana de las personas.
En un breve recorrido de los años anteriores encontrarás que, la CE publicó en el año 2018 la primera Estrategia europea sobre IA como el Plan coordinado sobre IA. Seguidamente, en 2019 se dictaron las Directrices para una IA confiable, y nuevamente en 2020 se habló del Libro Blanco de la Comisión sobre Inteligencia artificial e informe sobre las implicaciones de seguridad y responsabilidad de la inteligencia artificial, el Internet de las cosas y la robótica.
Nuevas leyes consideran la IA como herramienta
La vicepresidenta ejecutiva europea, Margrethe Vestager, declaró que la Inteligencia Artificial “no debe ser un fin en sí misma, sino una herramienta que debe servir a las personas con el objetivo final de incrementar el bienestar humano”. Destacó que los sistemas de inteligencia artificial ya son omnipresentes en la vida de todo ser humano, por lo que estas normas de Inteligencia Artificial deben estar centradas en el ser humano.
Según estas leyes, los usos que se consideran totalmente prohibidos de la Inteligencia Artificial incluirán cualquier aplicación que manipule el comportamiento humano para eludir el libre albedrío de los usuarios.
Al respecto, Dragos Tudorache, miembro del Parlamento Europeo y jefe del comité de inteligencia artificial, explicó que es importante a nivel europeo transmitir un mensaje muy fuerte y establecer los estándares en términos de hasta dónde se debe permitir que lleguen estas tecnologías. Detalló que, si alguna empresa o desarrollador se atreve a ignorar estas normas, entrará en conflicto y se les impondrá una multa considerable, que se puede medir en porcentajes del PIB. Las multas por incumplimiento pueden llegar hasta los 30 millones de euros.
Vía Engadget
