En esta ocasión desearía hablaros de un juego para la PsVita llamado «The Blinding of Isaac: Rebirth«. Debo confesar que lo conseguí en digital (sin conocer como era), en la tienda Ps Store de Sony; ya adelanto que han sido, sin ninguna duda, los 12 euros (creo recordar) mejor gastados en diversión.
La mecánica del juego es bien sencilla, o quizás no tanto: el protagonista que manejamos (en tercera persona) es un bichejo que lo ha tenido que pasar francamente mal en su vida, dicho sea de paso, en el que se encuentra inmerso en un laberinto de habitaciones, a cual más diferente por los enemigos varios que te encuentras en ellas, que son generadas aleatoriamente (puede decirse que es un juego prácticamente infinito en sus posibilidades), hasta llegar a un monstruo jefe que debe eliminar para pasar de nivel.
Dicho así no parece gran cosa pero la adicción que despliega es tan grande que no puedes dejar de jugar so pena de permitir que los monstruitos de marras mancillen el dulce nombre de nuestro Isaac (o cualquier otro de los que el juego propone, al principio casi todos ellos bloqueados), y me explico sistemáticamente para que podáis captar de lo que os hablo:
1) Existen varias docenas de enemigos, todos ellos con sus propias cualidades: unos son arañas rápidas que si te descuidas te restan medio corazoncito, otros en cambio no pueden eliminarse hasta tanto en cuanto se elevan de sus cuerpos, lo cual resulta complicado; el descubrimiento de cada uno de ellos y su forma de manejarse en la habitación que una vez dentro no puedes escapar a otras hasta que todos los enemigos hayan sido eliminados, será esencial para llegar a la última fase y destruir al malo malísimo que se ríe como en la peor de nuestras pesadillas.
Monstruo jefe
2) Al igual que pululan distintos enemigos, en el transcurso de las fases existen puertas doradas con poderes especiales que hacen a nuestro protagonista más y más fuerte, así como al final de cada nivel una vez destruído el monstruo jefe se nos concede posibilidades igualmente especiales. Estos poderes son acumulativos en la partida hasta que no muramos definitivamente.
3) La partida comienza con tres corazones rojos que son nuestras vidas pero, en distintos lugares, pueden aparecer corazones azules (que se suman a los rojos) y los maravillosos corazones negros que al destruirse se llevan consigo también los enemigos que en la habitación hubieren. De igual manera también surgen, a lo largo y ancho del intrincado recorrido, monedas que en determinadas puertas (las cerradas con llave y las arcades) pueden canjearse por corazones o poderes nuevos.
4) Nos pueden ayudar unas bombas (ya sea para llegar a lugares inaccesibles o simplemente para eliminar enemigos puñeteros) en el farragoso camino del éxito en la empresa, farragoso en un sentido literal del término.
5) Aparte de todo ello, aparecen cartas y bolitas de colores que aún no he sabido discernir que beneficios nos profesan pero supongo que alguno llevarán consigo.
6) El juego además se compone de distintos retos que lo hace, más si cabe aún, apasionante, lo cual se agradece cuando las fases en el juego normal se hacen algo repetitivas (ya os digo que resulta complicado pues cada partida es única).
De lo ya expuesto es fácilmente deducible que recomiendo encarecidamente que os pongáis a los mandos, ipso facto, de Isaac para salvarlo de su madre y de sus malolientes bichos, no os arrepentiréis.