El pasado jueves Sony lanzó la beta de software para la PS5, que permite añadir un disco duro sólido (SSD) M.2. Esta actualización permite a los usuarios poder instalar más juegos de los que permite el disco duro de 825GB que incluye la videoconsola de fábrica. A pesar de ello, no todos los discos duros sólidos son válidos para la PS5, por lo que cabe tener en cuenta las recomendaciones de Sony a la hora de comprar un nuevo SSD.
Los discos duros que funcionan en la bahía de la PS5 deben ser PCle Gen 4 y tener una capacidad de almacenamiento de al menos 250GB. Los discos duros SATA y los PCle Gen3 no son compatibles. La velocidad mínima recomendada por Sony es de 5.500MB/s. Esta videoconsola es compatible con los ODS 2280, el tamaño más universal en la actualidad.

Además de esto, los SSD deben tener un disipador de calor incorporado, por lo que ya no todos los discos duros son recomendables, entre otras cuestiones, porque el espacio dentro de la consola es bastante limitado. Para los SSD que no incluyen disipador, existen disipadores que se les pueden añadir, pero hay que tener en cuenta el tamaño.
No quiero problemas: SSD con disipador, listo para funcionar en mi PS5
Estos discos duros ya incluyen todo lo necesario para funcionar en tu PS5, por lo que son los idóneos para aquellas personas que no tienen bastantes nociones sobre este tema o que, simplemente, buscan lo más sencillo de funcionar en su videoconsola.
El disco duro más destacado de este apartado es el Western Digital SN850 ya que es el mismo que compró para su videoconsola el arquitecto principal del sistema de la PS5. A la hora de comprarlo, hay que estar seguros de comprar la versión con disipador, ya que está disponible también sin este añadido. Las características superan con creces los requisitos de Sony y hay tres versiones: 500GB, 1TB y 2TB.

Otra opción viene de la mano de Seagate a finales de agosto. La compañía lanzará el Firecuda 530, que tendrá la opción de incluir un disipador de calor. El precio de salida será algo mayor que el de la opción anterior, aunque en oferta podría ser una opción más competitiva.
Me la juego: SSD sin disipador
En el caso que tengas nociones de informática o seas un poco manitas, la opción sin disipador puede salirte más rentable, ya que podrás elegir los dos componentes, y por tanto no ceñirte solo a aquellas opciones que incluyan tanto el disco como el disipador de calor.
En este caso, recomendamos el Crucial P5 Plus, que tiene unas velocidades mucho más que suficientes para el uso que se le da en la PS5, y tiene un precio bastante competitivo. Está disponible en versiones de 500GB, 1TB y 2TB.
Otra opción, algo más cara, es el Samsung 980 Pro, disponible en las mismas capacidades que el disco anterior. En este caso estamos frente a un disco de una sola cara, por lo que el disipador deberá ser para discos de una cara.

A este disco duro, u otra opción similar, se le debe añadir un disipador térmico de perfil bajo. Antes hemos explicado que la bahía es de tamaño reducido, por lo que el disipador de una sola cara no puede tener más de 8 milímetros de altura; y el de doble cara puede tener hasta 11,25 milímetros. Existen bastantes opciones de disipador de perfil bajo, podéis elegir aquello que se adapte mejor a vuestros intereses (diseño, opiniones, precio, etc.).
¿Qué pasa si quiero más capacidad y velocidad?
Existe la posibilidad que quieras tener más almacenamiento y velocidad de la que tienen las opciones que hemos propuesto. En este caso, estaríamos frente a discos duros que se calientan con bastante facilidad y que necesitarían disipadores que son difíciles de encajar en los requisitos de Sony.

En todo caso, no es la opción más recomendable, pues en muchos casos los disipadores no son suficientes y hay que esperar que el disco no se sobrecaliente. En todo caso, podéis elegir opciones que se ajusten a vuestras preferencias, siempre teniendo en cuenta el tamaño máximo permitido en la bahía del disco duro.
Todavía en versión beta
Sony ha lanzado esta actualización en versión beta, por lo que todavía no es estable y puede dar problemas inesperados a los usuarios. Es probable que aparezca un mensaje que pida desinstalar el disco duro o que este, aún cumpliendo con los requisitos de la compañía, no funcione como se espera.
Es por ello que si no quieres enfrentarte a estos posibles problemas, es mejor que esperes a que se lance la versión oficial o a que pase un tiempo y se solucionen algunos de los problemas que aparecerán a los primeros usuarios en probar esta actualización.