El nuevo sistema operativo de Windows denominado como Windows 10, fue presentado en sociedad con todas sus novedades, y algunas otras que se guardaron, el pasado 21 de enero. No es mi intención analizar pormenorizadamente este sistema operativo pero si expresaros mis sensaciones en el uso de la temprana e inacabada buid 9926 del mismo.
Lo primero que me llamó la atención fue la forma en que han implementado el botón de inicio y la interface de escritorio, parecería que estuviéramos en un Windows 7 pero con funciones de Windows 8.1: me explico, resulta ser la conjunción perfecta de esos dos mundos, pudiendo perfectamente correr programas antiguos de escritorio y los actuales de interface metro con una apariencia más armónica, cosa que se agradece.
Aun teniendo muchos bugs (textos que se entremezclan, ventanas que no se ubican como debieran, lentitud en general en apertura de programas), me ha sorprendido lo bien que funciona este sistema operativo, no olvidemos que se encuentra en una fase muy temprana y, por tanto, le queda bastante por desarrollar.
Entrando un poco en faena, os diré que me ha encantado cómo se ha implementado el menú de notificaciones muy al estilo de Windows Phone (no me negarán que ya tocaba), y la facilidad de pasar de modo escritorio a modo tableta; para los que utilicen estos dispositivos lo agradecerán sobremanera.
El menú de notificaciones se compone de dos partes bien diferenciadas: La primera es la de las notificaciones propiamente dichas, todo muy blanco y minimalista para que se dedique sin distracciones innecesarias a lo que realmente importa; la segunda se dedica a botones de acceso directo sobre configuraciones del sistema (Wifi, localización, brillo, modo avión, modo tableta, etc..), todas ellas sumamente prácticas.
Debo decir que el botón de vista de tareas puede ser interesante (creación en tiempo real de varios escritorios), aunque de acuerdo a mi forma de trabajar yo no le veo mucha utilidad. Si sería interesante que se guardara la configuración de cada escritorio con sus programas específicos cada vez que se encienda el ordenador pero a día de hoy eso no es posible y ni siquiera conozco que vaya a implementarse esa mejora en un futuro cercano.
Me ha gustado sobremanera las versiones preview de Word, Excel y Powerpoint, que se agradece que sean gratuitas. Al parecer, serán aplicaciones universales que podrán ser utilizadas en todas las plataformas indistintamente (en teléfonos, tabletas, ordenadores de sobremesa, etc…) y pintan muy pero que muy bien; recuerdan a las versiones de iPhone e iPad que tanto éxito han tenido en la Applestore y han dado que hablar, todo sea dicho, para bien.
En la versión de sistema operativo preview usada por mi no ha aparecido por ningún lado el que será el navegador por excelencia del sistema, llamado inicialmente como Spartan. Hablan maravillas de este navegador por su sencillez de líneas y su rapidez de acceso a páginas web; de momento omito pronunciarme hasta haberlo tenido delante, como suele decirse.
Cuestión aparte merece el asistente personal Cortana implementado para Windows 10. Al tener el idioma en castellano no he podido probarlo pero la idea de tener un asistente en el sistema resulta cuanto menos atractiva, sobre todo para tareas cotidianas o para búsquedas rápidas por internet y como lanzador de aplicaciones. Corríjanme si me equivoco pero creo que es el primer sistema operativo que ha tenido a bien emprender el camino de desarrollar un asistente en un sistema operativo y opino que no será el último pues la idea llevada a la práctica resulta brillante.
En definitiva, mis sensaciones no han podido ser más satisfactorias pues tenemos ante si un sistema operativo moderno y funcional, desterrando en el pasado los defectos que acarreaba una interface un tanto complicada para el acostumbrado al Windows de toda la vida. Estamos ávidos de conocer hasta dónde es capaz de llegar y si lo prometido acaba cumpliéndose; si esa así vislumbro a la compañía de Redmond un futuro esperanzador, no me negarán que la mano de su nuevo CEO, Satya Nadella, se está notando para bien.