El objetivo de este código QR comestible es el de determinar si la bebida que está a punto de ingerir se trata de un licor falsificado o si es de calidad. Se supone que esta etiqueta escaneable es capaz de mostrar que los licores de alta calidad no han sido manipulados.
Así es el código QR comestible que tanto se parece al LSD
Este pequeño comestible tiene un sorprendente parecido a la droga psicodélica más famosa del mundo. Para el ojo inocente, estas etiquetas QR que se sumergen en bebidas se parecen mucho a una dosis de dietilamida del ácido lisérgico.
Este extraño nombre es más comúnmente conocido como LSD. Pero dejando las drogas aparte, hablemos sobre este interesante experimento desarrollado por el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas de Corea del Sur y Purdue.
Aunque la tecnología es ciertamente interesante, es complicado emocionarse demasiado con la lucha contra la falsificación del alcohol teniendo en cuenta que han pasado casi 90 años desde el fin de la Ley Seca.
También merece la pena señalar que no es la mejor idea normalizar poner cosas en bebidas de otras personas en los bares, sabiendo que el consumo de bebidas alcohólicas ha vuelto a dispararse últimamente.
Al igual que el LSD, Purdue señala que la etiqueta QR no afecta el sabor del licor en el que se sumerge. Aunque uno esperaría que no produjera los mismos efectos de "Lucía en el país de las maravillas".
Según nuestra fuente, esta clase de tecnología también podría ayudar a detectar productos farmacéuticos falsos.
Por ahora, los más aficionados a las bebidas alcohólicas apreciarán pronto ser capaces de averiguar si ese whisky de 50 dólares vale la pena o no.
¿Qué implicaría que este tipo de tecnologías se implantasen de forma generalizada finalmente? Te dejamos con la pregunta en el aire.