La colisión de dos gigantes, Elon Musk y OpenAI, ha tomado un nuevo giro con una denuncia impactante. La compañía que una vez se erigió sobre principios altruistas ahora enfrenta la furia de su propio cofundador. Musk denuncia a OpenAI, acusándolos de priorizar las ganancias sobre el bienestar de la humanidad.
Musk: OpenAI dio un salto del altruismo a la lucratividad
Lo que comenzó como una organización sin fines de lucro con una misión clara de beneficiar a la humanidad, según los principios fundacionales de OpenAI, ahora se encuentra en medio de una tormenta. Musk arroja luz sobre la transformación de OpenAI en una «filial de facto de código cerrado» de Microsoft, acusándolos de abandonar sus raíces altruistas.
El lanzamiento de GPT-4 marcó un cambio drástico en la filosofía de OpenAI. La negativa a revelar detalles cruciales sobre la arquitectura, el entrenamiento y otros aspectos es considerada por Musk como una violación directa de los principios originales de transparencia y apertura.
El control ejercido por Microsoft sobre OpenAI se convierte en un punto clave de la denuncia. Musk destaca la dependencia de OpenAI de la infraestructura de Microsoft, citando palabras de Satya Nadella que sugieren una colaboración estrecha. La formación de un nuevo Consejo de Administración sin experiencia técnica refuerza las preocupaciones.
Un consejo sin ética y experiencia
La denuncia revela la influencia de Microsoft en la formación de un Consejo de Administración que, según Musk, carece de la experiencia necesaria para abordar cuestiones éticas y de inteligencia artificial. Alega que este nuevo consejo favorece el beneficio y la política sobre la ética y la IA.
Elon Musk, a pesar de tener su propia plataforma de IA, Grok, ha sido un crítico vehemente de los riesgos asociados con la inteligencia artificial. Desde la firma de cartas para frenar modelos de IA hasta sus advertencias sobre el posible fin de la especie humana, la denuncia se teje en el telar de un temor genuino a una «amenaza existencial».