Por un lado el almacenamiento en la nube se impone y parece ser, desde luego, el futuro. Por otro, los smartphones se han convertido en las cámaras de fotos más populares. Cada vez son más las posibilidades: más megapíxeles, más funciones extra, vídeo 4K… Todo en un dispositivo expuesto a fallos técnicos, accidentes o a que la memoria se nos quede corta por eso Google Fotos nos trae la solución.

La propuesta de Google Fotos

Por eso en 2015 Google decidió plantar cara a los servicios de almacenamiento de fotos en la nube de la competencia. Y entró por la puerta grande. Desligó “Fotos” de Google+ y lo transformó en una aplicación independiente, para más tarde echar el cierre a Picasa. Y se vendió al mundo ofreciendo almacenar gratuita e ilimitadamente todas tus fotos y vídeos. Eso sí, con un tope de resolución de 16MP para las fotos y 1080p para los vídeos. ¿Es esta la única condición que hay que cumplir para disfrutar del almacenamiento ilimitado? Parece que no.

ajustes google fotos android
Ajustes Google Fotos Android | Autoría propia

Y es que sólo hace falta hacer la configuración inicial del servicio para darnos cuenta. Antes de nada, nos pide que elijamos el “Tamaño de subida”, dándonos a elegir entre “Original” y “Alta calidad”. Si seleccionamos alta calidad, las fotos no ocuparán nuestro espacio de Google Drive, tendremos almacenaje ilimitado. Sin embargo, la letra pequeña nos avisa “Gran calidad visual con el tamaño del archivo reducido”. La opción “Original” sube nuestra foto tal cual, pero su tamaño se descuenta de nuestro espacio en la nube. Los usuarios de Google Pixel podéis estar tranquilos, ya que sí disponéis de almacenamiento ilimitado en calidad original.

condiciones subida google fotos
Condiciones de subida de Google Fotos | Autoría propia

¿Cómo es entonces el almacenamiento de fotos en alta calidad?

Queda claro que para disfrutar del almacenamiento ilimitado, debemos elegir la opción “Alta calidad”. Si nuestras fotos son de más de 16MP su tamaño se reducirá. ¿Y las de menos MP, se comprimirán también? ¿es tanta la diferencia? Vamos a comprobarlo.

Se trata de una foto realizada con un Samsung Galaxy S8,con flash, de tamaño 4032×3024 (12MP), formato comprimido .jpg y un peso de 5,82MB, que tras la compresión quedó en 3,14MB. Como se observa, la pérdida de calidad sobre el papel es considerable. Sin embargo, visualmente es imperceptible. Parece que el algoritmo de compresión de Google hace un buen trabajo.

En esta foto, tomada en condiciones de menor iluminación, quizá se pueda apreciar una cierta pérdida de calidad en los detalles más pequeños. Sin embargo, como en la imagen anterior, no se aprecia una pérdida de calidad. Esta foto pasó de 6,11MB a 1,77MB.

Afinando la vista en este recorte, quizá se pueda apreciar una mínima diferencia, pero prácticamente inapreciable.

Si nuestro smartphone permite tomar fotos RAW, es decir, sin compresión, sí hay diferencia entre la imagen comprimida y sin comprimir. En este caso, gran parte de la información se pierde, pasando de un peso de 23,8MB a 1,48MB. Una diferencia bastante acusada que, esta vez, sí es notable. Adjuntamos los enlaces de descarga.

Imagen RAW original.                                                                                              Imagen RAW comprimida.

Sin embargo, la pérdida no es mayor que la que produciría cualquier otro tipo de compresión. Y dado que la mayoría de las fotos que tomamos habitualmente están comprimidas, no debería suponer un problema flagrante para el usuario medio.

En el caso de fotos con una resolución mayor a los 16MP, se reduciría su tamaño hasta estos 16MP y además, se aplicaría la compresión que hemos visto párrafos atrás.

Para los vídeos es similar, su resolución se reduciría a 1080p y se aplicaría una compresión similar a las de las fotografías. Por tanto, tanto en foto como en vídeo, no se aprecia una pérdida de calidad reseñable.

¿En qué nos afecta la compresión de fotos?

Realmente, en la mayoría de fotografías tomadas habitualmente (en modo automático y comprimidas) no notaremos la diferencia. Eso sí, esta compresión sí puede suponer un impedimento a la hora de ampliar las imágenes para imprimirlas o exponerlas en pantallas más grandes. En estos casos, sí podría notarse cierta pérdida de calidad.

Pero para las situaciones más cotidianas, el servicio de Google cumple. Hace una copia de seguridad centralizada de todos nuestros recuerdos, organizados de múltiples formas y accesibles desde todos nuestros dispositivos. Google Fotos es, sin duda, una buena alternativa de gestión de imágenes, aunque como en todo, siempre se podrá mejorar.