Un caso histórico se lleva a cabo en la Corte Suprema del Reino Unido, donde un científico informático estadounidense, Stephen Thaler, busca obtener patentes para invenciones creadas por su sistema de inteligencia artificial (IA), DABUS.

Thaler argumenta que su «máquina creativa» debe tener derechos de patente, pero su intento de registrar las patentes fue rechazado con el argumento de que el inventor debe ser un ser humano o una empresa, en lugar de una máquina.

El abogado de Thaler argumentó que la ley de patentes del Reino Unido no exige que una invención «deba tener un inventor humano para ser patentable» y que el propietario de un sistema de IA tiene derecho a las invenciones generadas por el sistema y a la concesión de patentes para esas invenciones, si son patentables.

Sin embargo, los abogados que representan a la Oficina de Propiedad Intelectual del Reino Unido argumentaron que la apelación debería ser desestimada, señalando que el gobierno británico había realizado recientemente una consulta pública sobre cómo deberían tratarse las invenciones creadas por IA en el sistema de patentes del Reino Unido y decidió no cambiar la ley.

Este caso marca la primera vez que un tribunal de nivel supremo considera la cuestión de si los sistemas de IA pueden poseer y transferir derechos de patente.

Los intentos de Thaler de presentar solicitudes similares en otros países, como la Unión Europea, Estados Unidos, Australia y Alemania, han sido rechazados, aunque su solicitud para registrar DABUS como inventor fue permitida en Sudáfrica.

Este caso plantea importantes preguntas éticas y legales sobre la propiedad intelectual y la relación entre los humanos y la tecnología.

En última instancia, la decisión de la Corte Suprema del Reino Unido sobre si la IA puede poseer derechos de patente podría tener implicaciones importantes para el futuro de la innovación y la propiedad intelectual.

Si se permite que las máquinas posean derechos de patente, podría abrir la puerta a una nueva era de innovación automatizada y crear nuevos desafíos éticos y legales.