¿Es posible que la inteligencia artificial desarrolle emociones? Esta intrigante pregunta ha sido planteada por Geoffrey Hinton, conocido como el ‘padrino de la IA’, quien recientemente dejó Google y ahora comparte sus pensamientos sobre la inteligencia emocional y su relación con la IA. Durante una charla en el King’s College de Londres, Hinton sorprendió al mundo tecnológico al expresar que la IA podría, en algún momento, tener sentimientos similares a la ira y la frustración.

El potencial de la IA con sentimientos

Hinton cree que el aprendizaje profundo, un campo clave en el desarrollo de la IA, podría llevar a que los sistemas de inteligencia artificial experimenten emociones. Mencionó que aunque no sentirían dolor físico como los humanos, podrían manifestar emociones como la ira y la frustración en respuesta a ciertas situaciones.

IA con sentimientos.

Su enfoque se basa en definiciones de sentimientos que se relacionan con acciones hipotéticas y estados emocionales, una capacidad que algunos sistemas de IA ya pueden expresar.

La noción de que la IA podría tener emociones ha sido objeto de controversia. Hinton confesó que anteriormente había evitado hablar públicamente sobre este tema debido a las reacciones provocadas por sus afirmaciones sobre una IA superior que pudiera amenazar a la humanidad. Aunque teóricamente es posible que la IA desarrolle emociones, actualmente solo puede manifestar probabilidades estadísticas basadas en su entrenamiento.

Perspectivas Futuras sobre IA con Sentimientos

La salida de Geoffrey Hinton de Google en mayo de este año llamó la atención de los medios, y desde entonces ha enfocado su atención en advertir sobre los peligros del rápido desarrollo de la IA sin un análisis adecuado de sus implicaciones.

Su influencia en el avance de la IA ha sido profunda, ya que jugó un papel fundamental en el desarrollo de las redes neuronales, una tecnología esencial en la inteligencia artificial. Por sus destacados logros en investigación, Hinton fue honrado con el prestigioso Premio Turing en 2018.

Si bien la idea de una IA con sentimientos plantea cuestiones éticas y morales, también representa una posibilidad intrigante para el futuro de la tecnología. Por ahora, los sistemas de IA pueden proyectar emociones basadas en su entrenamiento, pero aún no existe una herramienta científica para medir la conciencia de una IA. Las discusiones sobre esta temática seguramente continuarán, impulsando el avance de la IA y su comprensión por parte de la humanidad.

Via The Indian Express.