La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en uno de los mayores desafíos políticos a los que se enfrenta el Reino Unido, según un informe en coautoría de Tony Blair y William Hague.
La IA: un desafío político sin precedentes
En el prólogo del informe, el exprimer ministro y exlíder del Partido Conservador advierte que la tecnología está a punto de «reformar radicalmente» la sociedad, generando un «cambio fundamental en la forma en que planificamos el futuro». Sin embargo, el informe destaca que el estado británico no está preparado para los cambios que la IA podría desencadenar.
El informe, titulado «Un nuevo propósito nacional: AI promete un futuro líder mundial de Gran Bretaña», subraya que el desarrollo impredecible, la rápida evolución y el creciente poder de la IA plantean el desafío político más importante al que se ha enfrentado el país. Los enfoques y canales existentes del estado no están configurados adecuadamente para enfrentar este desafío. Esto pone al Reino Unido en riesgo de quedarse atrás de potencias rivales como Estados Unidos, a menos que se tomen medidas urgentes.
La IA generativa y sus implicaciones
La IA generativa ha llevado a un aumento en las preocupaciones políticas tanto en el Reino Unido como en otros países. Los avances en esta tecnología permiten la generación de texto, imágenes e incluso voz convincentes. Sin embargo, también plantea preocupaciones sobre desinformación y la posibilidad de que la tecnología IA evolucione más allá del control humano.
El informe del Instituto Tony Blair propone una serie de recomendaciones para abordar los desafíos políticos de la IA. Estas incluyen exigir a las empresas de IA generativa que etiqueten los medios generados como «falsificaciones profundas» y eliminar las falsificaciones sin etiquetar de Internet.
También se sugiere el uso de conjuntos de datos de propiedad pública para construir sistemas de IA responsables y la creación de un laboratorio nacional para investigar y probar IA segura, con el objetivo de convertirse en un regulador internacional.
El informe destaca la dependencia del Reino Unido de DeepMind, propiedad de Google, y sugiere la necesidad de desarrollar más empresas líderes en IA. Keir Starmer, líder laborista, también se pronunciará sobre los riesgos de la IA en la conferencia London Tech Week, comparando los posibles efectos en el mercado laboral con la desindustrialización del pasado.
Lucy Powell, secretaria digital en la sombra, ha propuesto un modelo de licencia para aquellos que trabajan con grandes conjuntos de datos utilizados para entrenar herramientas de IA, como ChatGPT. Además, el Partido Laborista está considerando la posibilidad de establecer un regulador de IA independiente.
Via The Guardian.