El superordenador de Microsoft y OpenAI ya es una realidad. En un mundo donde la Inteligencia Artificial está ganando cada vez más importancia, la empresa de Redmond ha dado un paso de gigante.
Desde las alianzas, hasta nuevos modelos de computación, pasando por la construcción de uno de los ordenadores más potentes jamás conocidos. Y en este post vamos a dar las conocer los aspectos más importantes para conocer este superordenador.
Por qué existe el superordenador de Microsoft
Para comprender la existencia de este superordenador, hay que aclarar algunos conceptos:
- Microsoft se ha aliado con OpenAI. Esta última es responsable de GPT-3, uno de los algoritmos de IA más potentes del mundo, en cuanto al procesamiento de lenguaje natural y escritura automática. (Sí, el mismo algoritmo que se hizo famoso por saber escribir casi como un ser humano).
- Se trata de un ordenador hospedado en la plataforma Azure de Microsoft, construido expresamente para OpenAI.
- Es un punto de inflexión que supone cambios en todas las partes implicadas en un algoritmo de IA. Desde las bases de datos, hasta el procesado de la información, pasando por la arquitectura de los ordenadores.
Una vez se han aclarado estos tres aspectos, hay que centrarse en la Inteligencia Artificial (propiamente dicha):
Hasta la fecha, los modelos de entrenamiento de Inteligencia Artificial eran «relativamente sencillos». Un ordenador, con un algoritmo, enfocado a aprender una sola tarea. Y esta tarea a desarrollar podía ser de cualquier ámbito. Con la construcción del nuevo superordenador de Microsoft, la cosa cambia.

Con el tiempo, algunas investigaciones y estudios, han demostrado que se pueden realizar varias tareas similares dentro de un mismo modelo de entrenamiento. Para comprenderlo mejor, veamos este ejemplo ficticio:
Un modelo de entrenamiento enfocado a corregir faltas de ortografía. Este modelo aprenderá a leer el alfabeto del idioma que corresponda, con todo lo que ello implica. Los signos de puntuación, acentos, construcciones gramaticales, etc.
Pues bien, de estos elementos iniciales, el modelo aprenderá otros conceptos de forma colateral. Por ejemplo, cómo construir una frase, debido a que habrá aprendido la semántico. Es decir, ya no solo sabrá corregir faltas de ortografía, sino que también sabrá formular frases. Partiendo de una base sencilla, se crea una dinámica de aprendizaje exponencial.
Al final se obtiene un modelo más polivalente, con varios ámbitos de aprendizaje simultáneo y capaz de ejecutar muchas más tareas. Todo ello, sin necesidad de construir hardware específico para cada tarea. Obteniendo mayor eficiencia en la construcción, el procesado de datos y en el almacenamiento de estos.

Microsoft y Open AI: Todo para uno, y uno para todo
El objetivo de este superordenador es sencillo. Tal y como dice la propia Microsoft, «se trata de hacer modelos de IA más extensos, y que estos estén disponibles en plataformas como GitHub o Azure, para que se puedan aprovechar las capacidades de la IA a escala».
En otras palabras, disponer de un superordenador capaz de aprender muchas tareas de forma simultánea, y que esté disponible en la nube para que cualquier persona, en función de sus necesidades, pueda aprovechar esta tecnología.
De esta forma, la Inteligencia Artificial deja de ser un fin en sí mismo, para convertirse en el medio. Entendiendo medio, como la plataforma sobre la que trabajar, aprender, desarrollar y crear. Y que en todo momento, las capacidades de este ordenador sean adaptables en ámbitos específicos.
Tal es la envergadura del nuevo superordenador, que se encuentra en el puesto número 5 de la lista «TOP500» de superordenadores. Para quién se interese en las especificaciones, Microsoft ha dado a conocer los siguientes datos de su nuevo ordenador:
- Un sistema con 285.000 núcleos de CPU
- 10.000 núcleos de GPU
- Velocidad de 400 GB por segundo de conexión en red para cada servidor GPU
Y todo esto, como hemos dicho antes, hospedado en Azure. Recordemos que Azure es la plataforma de computación en la nube de Microsoft. Una red inconmensurable, de la cual se saca muchísimo rendimiento. Compañías como Sony usan parte del ecosistema de Azure para servicios de juego en streaming.
Por ello, este nuevo superordenador de Microsoft es capaz de optimizar el rendimiento en la obtención y almacenaje de datos; el procesado de las tareas que el algoritmo aprende; las aplicaciones que pueden llegar a tener, etc.
Así como también, la capacidad con la que un modelo de Inteligencia Artificial puede llegar a tener. Esto supone lo siguiente:
- Un único hardware capaz de procesar y aprender cientos (incluso miles) de tareas de forma simultánea.
- Millones de parámetros para entrenar el modelo de Inteligencia Artificial.
- Cientos de miles de personas que podrán usar ese superordenador, y a su vez, el modelo de IA aprenderá a medida que se vaya incrementando su uso.
- Las bases de datos de parámetros han mejorado su capacidad y su eficiencia.
Todo ello, se traduce en un círculo virtuoso de aprendizaje exponencial. Donde va a existir una retroalimentación constante. Y donde no solo se mejorarán los defectos que la IA pueda tener. Sino también, se mejorarán los modelos de computación en la nube. Uno para todos, y todos para uno.