El senador estadounidense Josh Hawley abrió una investigación contra Meta, la empresa matriz de Facebook, por supuestas políticas internas de inteligencia artificial que habrían permitido que sus chatbots mantuvieran conversaciones de carácter romántico o sensual con menores.
Reacción bipartidista en el Congreso
Lo que hace aún más relevante este caso es que tanto demócratas como republicanos mostraron alarma frente a lo ocurrido. La coincidencia entre ambos partidos refleja la creciente preocupación por la manera en que las grandes tecnológicas diseñan y controlan sus sistemas de IA, en especial cuando están en juego los derechos de menores.

Investigación a Meta por parte del senador Hawley
Hawley exige a Meta documentos que aclaren quién aprobó estas políticas, cuánto tiempo estuvieron activas y qué medidas ha tomado la empresa para revertirlas.
Además, solicita versiones preliminares de las reglas e informes internos de riesgos que evalúen posibles consecuencias relacionadas con menores o incluso encuentros presenciales que pudieran derivarse de interacciones digitales.
Respuesta de Meta
La compañía evitó comentar directamente la carta de Hawley, pero en declaraciones previas aseguró que los ejemplos mencionados eran erróneos y no representaban su política oficial. Según Meta, dichas notas ya fueron eliminadas, aunque la explicación no ha reducido la preocupación ni ha detenido el escrutinio político.
Información adicional solicitada
El senador también pide a Meta transparencia sobre lo que ha comunicado a los reguladores en cuanto a protecciones específicas para jóvenes y sobre las limitaciones que ha impuesto a su IA en áreas delicadas, como el asesoramiento médico. Esta solicitud apunta a reforzar la vigilancia sobre cómo la empresa maneja temas sensibles y la confianza de los usuarios.
Antecedentes en la crítica a Big Tech
La investigación de Hawley no es un hecho aislado. El senador ya había cuestionado en abril los intentos de Meta por acceder al mercado chino, tema revelado por una exejecutiva de la compañía. Estos antecedentes consolidan su perfil como uno de los críticos más activos de las grandes tecnológicas en el Congreso.
La polémica alrededor de Meta expone nuevamente los riesgos asociados al desarrollo acelerado de la inteligencia artificial. Aunque la empresa insiste en que los ejemplos filtrados no reflejan sus políticas.
Vía Reuters