La inteligencia artificial está avanzando rápidamente, y Europa busca liderar su desarrollo de forma ética y segura. En este contexto, la empresa Anthropic ha decidido adherirse al código de buenas prácticas de la Unión Europea (UE) para IA de propósito general.
El potencial económico de la IA en la UE
Diversos estudios estiman que la IA podría aportar más de un billón de euros anuales a la economía europea para 2035. El Código de Prácticas, junto al plan estratégico de Europa como “Continente de la IA”, busca impulsar esta transformación sin frenar la innovación.

Establecer normas de seguridad flexibles permite fomentar el desarrollo tecnológico y, al mismo tiempo, mantener a Europa competitiva a nivel global.
Casos actuales de impacto positivo de la IA
El potencial de la IA ya se refleja en aplicaciones concretas. Por ejemplo, Novo Nordisk acelera el descubrimiento de medicamentos, Legora moderniza el trabajo legal, y el Parlamento Europeo digitaliza décadas de archivos para facilitar su acceso al público. Estas iniciativas muestran cómo la IA puede beneficiar a la sociedad cuando se desarrolla con responsabilidad.
Compromiso de Anthropic con el código de buenas prácticas de IA en la UE
Anthropic considera esencial que las empresas sean responsables al identificar y mitigar los riesgos de la IA. Su adhesión al Código implica aplicar marcos de seguridad obligatorios, similares a su política de escalado responsable. Esto incluye la evaluación de amenazas de alto impacto, como aquellas relacionadas con armas químicas o biológicas.
La importancia de políticas flexibles en un campo en constante cambio
La IA evoluciona rápidamente, por lo que las políticas también deben adaptarse. Anthropic ha ido ajustando sus normas internas en base a la experiencia práctica, como la reciente revisión del estándar de seguridad ASL-3. Este enfoque dinámico permite avanzar sin comprometer la seguridad.
La decisión de Anthropic de firmar el código de prácticas de la UE refuerza su papel como líder en el desarrollo responsable de IA. A través de marcos claros, colaboración y flexibilidad, Europa puede aprovechar todo el potencial de esta tecnología transformadora mientras protege a sus ciudadanos y promueve la innovación.
Vía Anthropic