Samsung Galaxy S10e | La sinergia perfecta entre diseño y usabilidad

En una época tecnológica en la que el dispositivo móvil con mayores dimensiones es el que sobrevive, sucede algo maravilloso. Hablo del Samsung Galaxy S10e: bonito, súper compacto, ergonómico… Un terminal que he tenido el placer de analizar durante unos meses para, a posteriori, aportar mi punto de vista y conocimientos.

Samsung Galaxy S10e: análisis completo tras 2 meses de uso

Hace no demasiado tiempo que vimos el lanzamiento de los nuevos Galaxy S10 y S10+. Potentes, elegantes… Cuanto menos, llamativos. No obstante, la aparición del modelo S10e (una versión más compacta y económica) fue la que a mi, personalmente, me conquistó.

Evidentemente no deja de ser algo sujeto a la subjetividad del usuario que lo tenga en mano. Por eso diré que, a efectos personales, es uno de los mejores terminales que han pasado por mi mesa.

Resumen de especificaciones del Samsung Galaxy S10e

Unidad

Samsung Galaxy S10e

Procesador Samsung Exynos 9820
Gráficos Mali-G76 MP12
Memoria y almacenamiento 128 GB de almacenamiento y 6 GB de memoria RAM
Pantalla Dynamic AMOLED 5,8″, FullHD+, 19:9
Cámara trasera
Doble cámara 16 MP gran angular (f/ 1.8) + 12 MP estabilizador/autoenfoque (f/ 1.5-2.4)
Cámara frontal 10 MP auntoenfoque (f/ 1.9)
Batería 3.100 mAh con carga rápida 2.0 e inalámbrica
Software Android 9 con One UI
Conectividad Lector de huellas lateral, Bluetooth 5.0, USB-C, NFC
Dimensiones y peso
142.2 x 69.9 x 7.9 mm | 150 gramos
Conexión Jack para auriculares
Tarjeta microSD
Sí (hasta 512 GB)

¿Quién tiene el mejor diseño de toda la décima generación? Sí, tú.

No exagero cuando digo que, probablemente, este Samsung Galaxy S10e tenga la mejor estética de los dispositivos de actualidad. Y no sólo por que sea atractivo, sino porque reúne características de alta gama en un formato ‘mini’.

Ya sé que a los amantes de los smartphones de dimensiones reducidas se nos hace la boca agua, pues es poco frecuente encontrar uno que, además de ser pequeño, sea potente.

En la parte frontal encontramos un panel muy bien cuidado y de bordes redondeados que abarca prácticamente toda la cubierta. No obstante, esta continuidad se interrumpe debido a la presencia de la cámara selfie (ese pequeño puntito de arriba a la derecha).

Sí es cierto que en el margen inferior se aprecia algo más de grosor en el contorno que en el resto. Aunque me hubiese gustado que fuera más uniforme en su totalidad.

Como aclaración para aquellos usuarios a los que os chirría la idea de tener la lente frontal nadando entre píxeles, os diré honestamente que en el 95% de los casos la cámara frontal no incomoda. Es algo que de manera muy puntual puede taparos alguna palabra, eso sí, en apps que no estén bien adaptadas.

Además, se pueden hacer cosas bastante ingeniosas usando fondos de pantalla que camuflen esta ‘gotita’. Seguro que alguna vez has visto uno en Twitter y te pareció una idea genial.

En la parte trasera encontramos un sistema de cámaras dual dispuesto en sentido horizontal y acompañado por el flash. Todo ello está un poco elevado con respecto al plano de la cubierta de cristal y rodeado por un saliente rectangular.

Esto último se encuentra en un tono y textura diferentes con los que logra separarse algo de la estética general del terminal. Y lo cierto es que se agradece, pues sigue unas líneas de diseño muy minimalistas  (y bien cuidadas).

En en lateral izquierdo vemos los botones de volumen y el auxiliar exclusivo para el asistente virtual de Samsung: Bixby. Por el otro lado está el lector de huellas lateral (que también funciona como botón de desbloqueo) el cual me ha causado cierta controversia.

Si bien es cierto que me gusta su ubicación, también lo es que no termina de ser del todo veloz a la hora de reconocer mi huella. No es que sea lento, ni mucho menos, pero viendo cómo ha evolucionado este tipo de sensor me deja un mal sabor de boca.

En los perímetros superior e inferior están la bandeja para las tarjetas (puedes optar por emplear dual SIM o SIM + SD card) y el conector USB-C junto al puerto Jack para auriculares, respectivamente.

Para concluir, he de decir que la sensación del dispositivo en mano es estupenda. Como ya venía diciendo, es pequeño, ligero… Muy compacto. Así pues, su uso se hace muy ameno y «a-mano».

Una gran pantalla en un formato muy pequeño

Lo dije una vez y volveré a repetirlo, el panel de este terminal es uno de los mejores que existen en el mercado actual. Y no me refiero únicamente a su calidad como tal, sino también a sus dimensiones y su acabado.

Tenemos una pantalla de 5.8″ que se ve genial tanto en situaciones normales como en el exterior a plena luz del sol. Por otra parte, sus ángulos de visión son sensacionales así como la viveza de los colores que muestra.

Como suelo hacer, he visto películas, series, vídeos y todo tipo de contenido multimedia y se siente genial. Evidentemente sería mejor en un panel de más pulgadas, pero para lo que tenemos, está perfecto.

En cuanto al ‘puntito’ deciros que no estorba prácticamente nunca. Y, en caso de hacerlo, bastaría con pellizcar la pantalla para que el vídeo se disponga en su formato original (pasando de ocupar todo el frontal a no hacerlo).

Cámaras del Samsung Galaxy S10e

Tengo que decir que el apartado fotográfico me tiene muy contento en la gran mayoría de sus aspectos. He conocido un Galaxy S10e que se comporta muy bien en un amplio abanico de escenas

, aunque la calidad va cayendo de la mano de la iluminación.

Dos cámaras traseras: una gran angular de 16 megapíxeles y otra que funciona como estabilizador óptico de imagen y autoenfoque, de 12 megapíxeles. Ambas trabajando muy bien para ofrecerte imágenes de alta calidad.

Como de costumbre, el HDR (tono enriquecido) que aplican a la fotografía estos terminales se hace muy presente en el resultado final. Se avivan mucho los colores mediante la saturación y contraste de los mismos.

La nitidez es también muy buena cuando se aplica el ya mencionado tratamiento. Se aprecian muy bien los detalles del escenario tanto en la cercanía como en la lejanía (aunque cada vez son más insignificantes).

Sí que es cierto que este HDR característico de Samsung te devuelve unas fotos muy bonitas, llamativas y, en definitiva, coloridas. Personalmente me gusta mucho el acabado que tienen. La única queja que tengo es que hace que sus imágenes difieran mucho de la realidad.

El gran angular de una de este Samsung Galaxy S10e nos permite escoger unos planos mucho más amplios para nuestras fotografías. Para paisajes y lugares abiertos viene como anillo al dedo este tipo de funcionalidades.

También podemos tomar capturas muy interesantes si nos ponemos un poco creativos. Pues no tiene por qué emplearse exclusivamente en escenarios abiertos.

Como anotación querría comentar algo de lo que me percaté usando este modo de cámara. Y es que en los bordes de la imagen, los objetos se distorsionan un poco. Se aprecia mayormente en caras u objetos pequeños.

En las instantáneas tomadas con la cámara frontal no se aprecia tanto contraste entre una con gran angular y otra sin él. Sin embargo, el resultado sigue siendo interesante de cara a acaparar un plano mucho más amplio.

En cuanto al modo retrato he de decir que el desenfoque que se aplica a la imagen por defecto es bastante notable, aunque puede modificarse (tanto antes como después de la toma).

Resultan fotografías muy naturales, atractivas, y que salvaguardan un color muy fiel a la realidad. No obstante, en ocasiones muy puntuales he llegado a observar cómo tomaba más presencia de lo normal un extraño tono amarillento.

El modo retrato de la cámara selfie reúne, prácticamente, los mismos puntos que el anterior. Una interpretación de los colores muy buena, un efecto de profundidad hipnotizante

Eso sí, la lente frontal es la más perjudicada en fotografías nocturnas. El ruido se apodera de la imagen, los colores se apagan por momentos y las luces adquieren un carácter bastante artificial.

A la hora de hacer fotos con poca luz, el modo noche cumple con sus más y sus menos. No es de lo más ‘top’ que podemos encontrar en los buque insignia de hoy día.

La interpretación que hace de las luces presentes en la escena no me termina de convencer tanto como otros aspectos a señalar de estas cámaras. Esto es porque, normalmente, elementos como farolas o luces muy brillantes no se corrigen tanto como me hubiese gustado.

Evidencias que observo:

  • Los elementos luminosos que predominan en la escena presentan una estela lumínica de menor diámetro a su alrededor.
  • Mejor interpretación de la información que aportan los elementos más alejados.
  • La temperatura de la imagen se vuelve algo más cálida.

Por último, os hablaré del potencial de grabación del S10e de Samsung. Para mí es, sin lugar a dudas, lo que más me ha maravillado en este apartado de cámaras, tanto traseras como frontal.

Los vídeos que he grabado con este terminal gozan de una calidad brutal así como de una muy aceptable estabilización. Si a esto último le sumamos que capta gran cantidad de información y colores, obtenemos unos vídeos que no quedan nada lejos de lo mejor.

Los ejemplos que aquí muestro han sido realizados bajo resolución 1080p a 60 marcos por segundo. Con respecto a la grabación en 4K a 60 FPS reconozco que contemplé un raro efecto ‘gelatina’ cuyo origen escapa a mis conocimientos.

La funcionalidad de cámara súper lenta es muy interesante pues sus resultados son dignos de admiración. El único problema de este modo de cámara es que tan solo funciona correctamente bajo muy buenas condiciones de luz.

Ambas caras disminuyen algo su calidad cuando cae la noche: se pierde información, las luces se difuminan y los colores se apagan. A pesar de ello, los vídeos no están nada mal.

Como nota final y para cerrar este apartado, dejar constancia de que los vídeos que muestro han perdido algo de calidad en el momento de subirlos a la plataforma de YouTube.

Hardware y rendimiento

El Samsung Galaxy S10e tiene unas prestaciones que lo acercan mucho a sus hermanos flagship. Un procesador Exynos 9820 que, de la mano de 6 GB de RAM, ofrece un rendimiento tan óptimo como potente.

Este optimizado rendimiento aplicado al uso diario de un terminal con 3.100 mAh de batería, y pequeñas dimensiones, nos deja bastante margen entre una carga y la siguiente.

Con un uso intenso, he llegado a tener aproximadamente un día completo de batería, quizás a veces algo menos. Por el contrario, con un moderado uso del terminal se llega fácilmente a algo más de día y medio.

De cualquier modo, alimentar la batería del Galaxy S10e no es ningún problema, pues cuenta con carga rápida en su versión 2.0. Gracias a ello, el proceso de recargar energía es bastante ameno.

En cuanto a los videojuegos, no puedo hacer sombra a la GPU Mali-G76 MP12, la cual ha cumplido lo que prometió: correr todo tipo de videojuegos de manera suave y fluida.

Pero tanta potencia, en ocasiones, trae algo negativo consigo. Hablo del calentamiento del dispositivo mientras se usa con exigencia. No es una barbaridad, pero se calienta lo suficiente como para que uno se de cuenta.

Software: One UI y gestos como modus operandi

Como sistema operativo contamos con Android en su versión 9 o Android Pie (algo de esperar). Esta vez la capa de personalización parece que da un salto y pasa de Samsung Experience a One UI.

Qué voy a decir que no sepáis, Samsung está aportando mucho a sus interfaces de usuario y este caso no iba a ser la excepción: buena fluidez, optimización y buen carácter intuitivo.

Si es cierto que sigue habiendo algo de apps preinstaladas por parte de la marca coreana. Nosotros, mientras esto se corrige, seguiremos soñando con un Android lo más puro posible.

En cuanto a la usabilidad a una mano del dispositivo, admito que es mi favorito hasta la fecha. No sólo por sus perfectas dimensiones de cuerpo y pantalla, sino también por el gran sistema de gestos que nos brinda y su versatilidad.

No obstante, para aquellos usuarios amantes de los clásicos botones virtuales, no os preocupéis porque será la opción por defecto del sistema operativo.

Precio y colores del Samsung Galaxy S10e

El Samsung Galaxy S10e se encuentra por un precio que ronda los 550 euros, más o menos en función de dónde lo compremos. En Amazon, de momento, está por un valor de 500 euros, aunque las ofertas van variando.

En cuanto a colores, decir que tenemos una amplia gama para elegir: Canary Yellow, Prism Green, Prism Blue, Prism White y Prism Black.

Quizás te pueda interesar: Estos son los mejores móviles para niños de 13 años este 2019