Desde que los smartphone dominan el mercado de los teléfonos, encontramos aplicaciones gratuitas y de pago en las respectivas tiendas, pero, realmente ¿sale a cuenta no pagar por una aplicación? De echo las más descargadas suelen ser gratuitas pero nos ofrecen una menor calidad en el servicio, ya sea por un diseño menos innovador o funcional, o por una publicidad demasiado intrusiva y molesta.
Hay que diferenciar entre aplicaciones gratuitas totales y freemium, las totales podrían ser por ejemplo Facebook, Twitter… que no tienen ningún tipo de recompensa monetaria importante ya que la gratuidad sirve para promocionar su servicio en los smartphone, y por otro lado tenemos las freemium que nos ofrecen un servicio único (ya que no hay web ni otro sitio donde podamos usar el servicio) en el smartphone pero a cambio veremos todo tipo de anuncios intrusivos y molestos que pueden provocar una sensación más desagradable por el servicio.Según mi opinión, las gratuitas no son un modelo de negocio a seguir ya que el cliente no disfruta realmente del potencial de la aplicación, a diferencia del que paga, que puede omitir estos molestos anuncios. Las de pago yo considero que son las mejores debido a que la experiencia de usuario va a ser imbatible, el diseño perfecto, aunque si, puede ser que la aplicación no guste, pero realmente el uso que se ofrece es el que se va a obtener, de manera que no nos limita el uso o el funcionamiento de la propia aplicación.
Por tanto estas aplicaciones gratuitas no tienen ningún futuro (a excepción de las totales) ya que el usuario la va acabar eliminando de su terminal, ya que por un lado son gratuitas pero por otro lado (los empresarios) ganan dinero a costa de molestar e incordiar al cliente final, y es por esto que creo que el echo de pagar una aplicación va a servir para que la empresa creadora con el dinero que obtenga (suele ser muy poco, como máximo unos cuatro euros) lo pueda invertir para mejorar la aplicación y que el cliente esté más satisfecho todavía.
Por tanto estas aplicaciones gratuitas no tienen ningún futuro (a excepción de las totales) ya que el usuario la va acabar eliminando de su terminal, ya que por un lado son gratuitas pero por otro lado (los empresarios) ganan dinero a costa de molestar e incordiar al cliente final, y es por esto que creo que el echo de pagar una aplicación va a servir para que la empresa creadora con el dinero que obtenga (suele ser muy poco, como máximo unos cuatro euros) lo pueda invertir para mejorar la aplicación y que el cliente esté más satisfecho todavía.
Las aplicaciones gratuitas obtienen unos menores ingresos y encima molestan al cliente, por el que no cabe ninguna duda de que las aplicaciones pagadas son las mejores y las que en un futuro van a reinar en las respectivas tiendas de aplicaciones de cada sistema operativo móvil.
Me gustaría conocer vuestra opinión, tanto en Twitter como @viatea_ como en los comentarios del post.