Hace poco, Apple renovó una de sus gamas de productos más importantes. Y es que, su división de ordenadores portátiles, los MacBook Pro, han sufrido un lavado de cara y se han actualizado ofreciéndonos nuevas características y mejorando las que ya tenía. No obstante, hoy me voy a centrar en el aspecto de la conectividad en el Nuevo MacBook Pro 2016. El hecho de que incluya estos nuevos conectores USB reversibles ha generado bastantes temas de discusiones, y hoy, en Viatea, os cuento mi punto de vista sobre este asunto.

MacBook Pro 2016 USB-C

MacBook Pro 2016: El problema de los formatos

Quiero empezar esta reflexión alegando el problema que representan los cambios de formato. Me explico: cada cierto tiempo, las marcas sacan nuevas formas de conectar equipos. Esto, visto desde el punto de vista del avance no es malo, porque es señal de que se está innovando y que todavía nos queda mucho para explorar en este campo.

No obstante, el hecho de que estos cambios sean tan drásticos y con tanta rapidez hacen que suponga para los usuarios un dolor de cabeza más a la hora de poder usar todos los dispositivos que, aún funcionando, deberemos recurrir a adaptadores y hacer «algún que otro chanchullo» para poder usarlos, por el simple hecho de que a la marca se le haya ocurrido la idea de reemplazar, eliminar o convertir un conector que, hasta la fecha era útil, pero que a partir de ahora, deberemos buscarnos la vida a la hora de poder reemplazar.

¡Ojo! No digo que no me parezca bien el hecho de ir avanzando en materia de conexión. Al contrario, como usuario que soy, soy consciente de que cada vez más nos vamos hacia un mundo sin cables, que al final, será mucho más práctico, y que, por tanto, se debe ir evolucionando. Lo que simplemente he comentado, es que no me parece bien el hecho de que nos vendan como «definitivo» un sistema de conexión. Se sacan cientos de accesorios y dispositivos que usan ese conector, y al cabo de 5 años debemos cambiar completamente nuestra mentalidad de uso diario y no los podemos a menos que recurramos a la compra de adaptadores, lo que supone un gasto extra para el consumidor, que en ocasiones no es barato.

MacBook Pro 2016: USB Reversible

Un claro ejemplo de este cambio de conexiones, es el nuevo MacBook Pro 2016.

Este ordenador, que no deja de ser un equipo excelente (y que personalmente, me encanta), tiene el problema de que está muy limitado con los puertos de conexión.

En el modelo de este año, el MacBook Pro 2016, se han eliminado conectores tan importantes como el MagSafe, el lector de tarjetas SD o los conectores USB tradicionales. Estos tres conectores, a mi juicio, son de lo más prácticos.

Pensemos pues, en un editor de contenidos multimedia que usa este equipo. Ya sea productor, periodista, editor, músico, etc. el hecho de no poder disponer de un puerto para insertar una tarjeta SD para poder realizar el trabajo, me parece que es un fallo muy grande, pues si lo queremos hacer, deberemos recurrir a un adaptador.

Recordemos también el conector MagSafe. Este conector de carga ha sido el «salvavidas» de muchos Mac, pues es un cable de seguridad que lo que hace es desenchufarse al sufrir un tirón brusco. Creo que Apple, al quitar este conector, ha dado un paso atrás, puesto que ahora esta funcionalidad se pierde en este nuevo modelo. Por suerte, existen adaptadores que emulan el efecto MagSafe usando la tecnología del USB-C, pero para eso, deberemos recurrir a adaptadores de terceras marcas.

Y si hablamos del conector USB tradicional, hemos de tener en cuenta de que, a día de hoy, casi todos los lápices de memoria y discos duros externos usan la tecnología de USB 3.0 (la conexión estandart a día de hoy) y que pocos son los dispositivos que hacen uso de este nuevo formato reversible.

MacBook Pro 2016: Conclusiones

Sinceramente, creo que estamos atravesando una época de constantes cambios.

Pensemos sino, en cuando se hizo el cambio de VHS a CD. En aquellos tiempos, la gente iba muy despistada y surgieron muchas quejas, pero al final, el cambio y la adaptación ha valido la pena, pues tenemos formatos de mejor calidad y más duraderos.

Con este movimiento que ha hecho Apple, espero que lo hagan con esta pretensión: una mayor durabilidad, una mayor calidad y una mayor eficiencia.

No obstante, el tiempo entre medias del cambio de formatos es cuando surgen los problemas y la incertidumbre, pero, supongo que la evolución consiste en innovar, probar y experimentar, para así ofrecer al usuario dispositivos de calidad, que duren mucho más que los que hay ahora y que sean más eficientes a la hora de ser usados.